miércoles, 14 de noviembre de 2012

Limpieza de circuitos: flushing (III)

Actuaciones

Inicialmente se desconectan los accesorios de la instalación como válvulas – especialmente las de control -, filtros, etc. que puedan sufrir algún tipo de deterioro por elevada velocidad, uniendo los tubos de entradas y salidas entre sí, y creando un circuito cerrado. En instalaciones de gran tamaño será necesario sectorizar, dividiendo en diferentes zonas la ejecución del flushing.

Los accesorios que se hayan desconectados de la instalación se limpiaran, si procede, aparte y por sistemas más específicos para cada componente. Obviamente se realizarán “by pass” en todos los equipos consumidores y calderas, debiéndose por tanto modificar la instalación, soldando tuberías adicionales, caps, carretes, etc, - a menos de que en la ejecución de la misma se haya previsto la realización de un Flushing, hasta conseguir un circuito en el que una elevada velocidad no suponga un deterioro o riesgo para algún componente del mismo.

Esta modificación del circuito acostumbra a implicar una disminución de la pérdida de carga del mismo y por tanto la bomba de circulación instalada puede proporcionar un mayor caudal – y atención un mayor consumo– y velocidades más elevadas. Este hecho puede llegar a permitir que dicha bomba sea la utilizada en algunos casos en el “Flushing”. En la mayoría de ocasiones se empleará una bomba especial –de desplazamiento positivo, habitualmente de engranajes - , que sea capaz de bombear el caudal calculado.

La temperatura del fluido térmico ideal para realizar en el “Flushing” es alrededor de 50 ºC, aunque no es crítico hacerlo a temperatura ambiente, ya que a veces el calentamiento del fluido puede ser problemático. Obviamente hay que evitar temperaturas que puedan suponer un inicio de vaporización de la humedad existente en la instalación.

Para atrapar la suciedad que se vaya liberando de la tubería y poder ser eliminado se debe montar un filtro con un tamaño de tamiz que hay que seleccionar con especial cuidado.

Es posible disponer de uno o varios filtros que permitan ir variando el tamaño del tamiz desde 25 micras o más inicialmente , en el que van a quedar retenidas las partículas más grandes; hasta uno final de entre 1 y 5 micras, que atrapará las partículas de menor tamaño, y que se monta en la fase final del proceso.

Según el tamaño del filtro y el tipo de instalación el “flushing” se podrá realizar en dos o tres etapas – cada etapa con un diferente tamaño de tamiz -. Es conveniente tener un filtro doble que permita la sustitución de filtros en marcha, y que se disponga también de un medidor de presión diferencial antes y despues del filtro, para detectar cuando se empieza a obturar por suciedad recogida.

El tiempo necesario para realizar la recirculación es muy variable en función de la instalación que se pretende limpiar y del grado de suciedad estimado. Es habitual considerar un tiempo de recirculación de forma preliminar, pero después mantener el proceso en funcionamiento hasta que el último filtro aparezca completamente limpio sin ningún resto de suciedad